3 jun 2012

La voz de la contracultura

El basurero de la historia (Paidós), veinticinco ensayos reunidos por un hilo conductor, la Historia entendida no como pasado, sino como acontecer cotidiano en el presente. Nota publicada originalmente en el Suple Cultura de Tiempo Argentino el 03/06/2012.

Greil Marcus es un escritor un poco oculto en idioma español, a pesar de ser un periodista estrella en la revista Rolling Stone en los Estados Unidos. Quienes no leyeron Rastros de carmín, o ni siquiera escucharon hablar de él, no deben preocuparse. Ahora tienen la ocasión de salvar ese desliz y leer 25 ensayos de uno de los más reconocidos cronistas de la contracultura estadounidense.
El basurero de la historia, publicado por editorial Paidós, es el “lado b” del relato oficial. En estos artículos, Marcus se enfoca sobre temas considerados menores y escarba en las relaciones ocultas y olvidadas de acontecimientos centrales de la cultura contemporánea. El hilo conductor es que la Historia, con mayúsculas, lejos de pertenecer al pasado –en una permanente evasión hacia el futuro– muestra su vigencia en cada uno de los eventos cotidianos del presente.
Al leer a Marcus se percibe no sólo a un intelectual que habla de rock sino que, ante todo, su escritura tiene actitud rockera: “Toda sociedad encontrará sus modos de silenciar sus propias historias; de convertir un sobrio testimonio en el griterío de un loco, de mezclar la verdad y la mentira hasta que, para el agrado de muchos, ni siquiera un investigador o un místico sea capaz de distinguir una de otra. Pero pasado el tiempo, tarde o temprano, todo fracasa.”
Esta postura es la que lo impulsa a ocuparse del nazismo a través de los best sellers policiales, o buscar la zona de desequilibrio de la Guerra Fría en las clásicas novelas de espionaje del griego Eric Ambler. En esta línea, dedica ensayos a algunos ídolos estadounidenses como John Wayne o Bob Dylan, a quien rescata como historiador, porque “su talento más grande es traer hasta el presente el pasado, dotado de espesor.”
Aunque algunas de las anécdotas que impulsan las reflexiones de Marcus están muy centradas en acontecimientos locales de los Estados Unidos, el carácter de los temas y el enfoque evidencian la condición artificial y tendenciosa de todo relato, y muestran que el error tanto como el azar y los intereses en disputa son los responsables del armado final de los hechos. Él mismo recuerda ser responsable de una tapa de la Rolling Stone que destacaba, erróneamente, que mientras el grupo de Mick Jagger tocaba “Sympathy for the Devil” un joven negro era asesinado por los Hell’s Angels. Esa falta nunca pudo enmendarse a pesar de las repetidas aclaraciones de la revista, ya que la historia resultante era más poderosa que los hechos reales.
La mitología y la historia van de la mano y muchas veces es imposible escindir una de otra.

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