19 ene 2014

El bien, de Jorge Consiglio

Reseña publicada en Reseña en Tiempo Argentino 


Escenas de violencia golpean al lector de El bien, de Jorge Consiglio. La novela interpela desde un espiral de crimen y brutalidad. Las acciones alertan sobre un destino que, cada vez a mayor velocidad, se les irá desplomando encima a los personajes.  

La novela de Consiglio fue publicada por primera vez en el país en 2003. El dato contextualiza una característica que surge de la lectura: las historias llevan impresa la extrema degradación social que vivió la Argentina durante esos años de crisis.
El bien nombra en su título aquello que no aparece en el texto y es una buena muestra de la capacidad de la ficción para dar cuenta de la atmósfera de una época: "Se envejece en vano, no es posible la experiencia", reflexiona uno de los personajes.


La escritura encuentra su justificación en el modo particular de su decir, que parece sugerir verdades cardinales sobre el comportamiento humano. Esta sensación tal vez esté ligada al ritmo de las oraciones, que a pesar de la violencia no pierden fuerza lírica.
Víctimas o depredadores, los personajes siempre están o se dirigen hacia una situación en la que sólo les cabe uno de esos dos roles. Las circunstancias difieren de una escena a otra, pero la violencia se muestra como el emergente de la acumulación de frustraciones. Presos de sus pasiones y ciegos a la trama total en la que están comprometidos, los personajes no dejan de acumular tensiones y acelerar hacia un final que el lector presiente que será trágico e inevitable.  
La historia se estructura a través del viaje que una pareja recién divorciada, Grace y Bodart, hace en coche junto a Eamon, primo de ella. El encierro del auto hará que el malestar forjado en la enemistad entre los hombres crezca y se desboque. Otras dos historias completan la trama. La del policía Mejía que inicia y cierra la novela y del que pronto se advierte que "guardaba en la boca del estómago una forma inquieta, como una chispa, que cada tanto se le hacía presente", y la del documentalista alemán Ronald Hampton, que se afinca en Buenos Aires, ya que siente que "jamás podría separarse de la incertidumbre a la que la ciudad lo invitaba".
Las historias se desarrollan de modo paralelo, hasta el punto que el lector posiblemente se pregunte por la relación que las une a todas ellas. Consiglio –ganador del II Premio Nacional en la categoría novela en 2013 por Pequeñas intenciones– se tarda en mostrar el nudo final que las liga, y en esa demora construye el goce literario.
La escritura encuentra su justificación en el modo particular de su decir, que parece sugerir verdades cardinales sobre el comportamiento humano. Esta sensación tal vez esté ligada al ritmo de las oraciones, que a pesar de la violencia no pierden fuerza lírica.

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