28 abr 2013

Un barrio de notables

Los señores, de Gonçalo Tavares 
 
Gonçalo Tavares propone una visita a un barrio fuera del tiempo y del espacio. En ese arrabal ilusorio habitan algunos destacados vecinos, escritores que el autor ha seleccionado especialmente. El resultado de esta convivencia es Los señores (Interzona), un libro feliz y extravagante.
A pesar de sus nombres reales, estos vecinos son seres ficcionales, con una personalidad literaria que cada uno expresa en una sección del libro, en esas voces resuena el eco de cada escritor tal como lo reinterpreta el portugués nacido en Luanda.
El libro se abre a espacios habitualmente marginalizados de la literatura siempre imbuidos de un espíritu lúdico y humorístico. El sentido lineal, el más conservador de los sentidos, se retuerce y desaparece en la geografía de ese barrio tan particular. Lejos de una semblanza biográfica o de una recreación de la escritura de sus vecinos-escritores mediante un ejercicio de estilo, el barrio de Los señores es un mapa de la más que interesante deriva intelectual de este escritor.
La literatura de Tabares es un modo de reflexión, por eso la combina con otras disciplinas como el dibujo, la filosofía, la geometría. No se trata de un planteo multidisciplinario, sino literario, pero la literatura de Tabares se nutre de varias disciplinas. El proyecto "Barrio", aún en expansión, además de un homenaje a grandes escritores, es una visión de la historia de la literatura moderna.
Algunos de los habitantes de esta vecindad son los señores Brecht, Swedenborg, Eliot, Juarroz –ese gran poeta argentino–, entre otros. El lector puede encontrarlos paseando por ese barrio tan singular, preparando la valija para un viaje, dando una serie de charlas, tomando apuntes en la conferencia de un amigo. El señor Brecht, por ejemplo, desgrana breves historias con contenido social frente a un público escaso en continuo aumento. El señor Swedenborg, por su parte, traza pensamientos que combinan frases y formas geométricas, para él, "el Espíritu de las cosas es la línea inmaterial que liga todas las formas materiales", "es una línea que pasa por el centro de todas las cosas terrestres… y va recta hasta lo invisible". La composición de las palabras más los dibujos geométricos, además de producir una sonrisa, despliega nuevas fronteras para la literatura.
La libertad creativa que le hizo ganarse la admiración de José Saramago y Enrique Vila-Matas luce en Los señores al emanciparse la imaginación de la escritura, haciendo de la lectura una experiencia lúdica inusual.
 
Publicado en el Suple Cultura de Tiempo Argentino, acá.
 

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