8 ene 2018

Keiji Haino, una persona fuerte


Keijii Haino, una leyenda del under japonés, emerge con sobretodo, lentes oscuros, barbijo y bastón en las tinieblas de la música japonesa contemporánea. Sus discos son una apuesta intransigente por un sonido que irremediablemente se aleja de la ecuación música = caricia auditiva. El aire legendario que lo rodea procede de la variedad de sus proyectos y alianzas, que por más de cuatro décadas se lanzan siempre un poco más allá de sí mismos.

La invitación es amable, pero nos pide que estemos dispuestos a ir a los extremos. Acá, algunos engranajes de una maquinaria sin igual que rueda tanto por el noise como por un minimalismo electrogótico.

 Proyectos Haino

Tenshi No Gijinka (Tzadik, 1995)
Un gran disco, por su profundidad sónica y poética. Y casualmente un trabajo en el que Haino se vuelca hacia instrumentos inusuales en un plan ritual e intimista (con algunas explosiones inevitables). Toca objetos de metal, parecen campanas, platillos, y otros difíciles de discernir con exactitud. También utiliza un instrumento de viento, canta y habla. Un músico con la capacidad de no depender de un instrumento. Se lo nota muy poco protegido, el disco es una muestra transparente de su delicadeza y espiritualidad.



Keiji Haino with Boris - Black: Implication Flooding (Inoxia Records - 1998)

Disco grabado con la banda japonesa de metal Boris. Los momentos “más Haino” parecen una regresión a un estado primigenio y desde ahí la música se desarrolla. Un sonido sostenido que se expande y una voz que pronuncia palabras monstruosas, como un lenguaje en descomposición. Con algo así arranca "A Rise, A Moment Before Something Unexpected Is on the Verge of Starting", el primer tema del disco, sonidos retorciéndose, juntando fuerza. Luego gritos y lamentos, y de vez en cuando tambores y cadenas perfeccionan el paisaje. La capacidad vocal de Haino le permite expresarse de los gritos a los susurros, desde los gemidos más lastimeros hasta el alarido brutal. En este tema, igual que en el sexto, Haino toca una caja sruthi electrónica. En ambos se sale de los caminos del heavy y vuelve a la experimentación. Muchas canciones de Haino poseen títulos larguísimos, pequeñas piezas literarias de un barroco post-apocalíptico, otras apenas siguen una enumeración.



Pan sonic & Keiji Haino. Shall I Download A Blackhole And Offer It To You. 

Un disco capaz de capturar la atención de los más diversos públicos por su capacidad de interpelar personalmente al escucha. El sonido de este disco, grabado en estudio poco antes del concierto en Berlín en 2007, es resultado de la colaboración con el grupo electrónico-experimental finés Pan sonic, creado por Mika Vainio e  Ilpo Väisänen. El tema “In the Hollow Created Between the Eyebrows” presenta una entrada amable, una voz aguda y dulce se balancea mientras una estática emerge desde el fondo abriendo un ambiente oscuro que da paso a otra voz, tormentosa. El sonido muta, articulando una experiencia inusual, con muerte súbita. “So Many Things I Still Have Yet To Say” presenta una deriva del sonido electro- industrial, comienza con un sonido orquestal que deriva en un flujo sonoro que va dejando sentir las  diferentes fibras que lo componen.

 Fushitsusha   
Con la banda Fushitsusha, Haino viene agitando la escena under de Japón a puro noise y distorsión desde finales de los años setenta. Un Godzila gigantesco que se agita en los parlantes. En los muchos discos de este grupo, cuya formación ha ido cambiando a través del tiempo, se advierte el trabajo de Haino en un formato específico y clásico, el del power trío. Un grupo de rock, con el ímpetu de Haino, con las distorsiones y el contrapunto del silencio. Algunos sentirán un límite ante esta propuesta, la frontera del universo musical, la no-música. Uno no sabe, pero puede imaginar que una catarsis cósmica puede sonar de modo similar. Como ejemplo, se pueden escuchar las primeras grabaciones, Double Live I y II (PSF, 1989 y 1991) o el concierto en vivo de St John-at-Hackney del 5 de octubre de 2012.
Nijiumu

El proyecto Nijiumu está rodeado de misterio. “La mezcla de lo que es y lo que no es”, arriesgan algunas traducciones. Incluye varias propuestas, la primera, solista, es un ambient gótico de 1990 cuyo hilo conductor parece ser la creación de música para alguna película inexistente, pero que Haino es capaz de relatar al detalle. Los otros son proyectos grupales posteriores (aunque muchas veces la identidad de los participantes permanece oculta).


Driftworks, parte de este proyecto, es un caja-laboratorio con cuatro CD y, si de sonidos de calabozos se trata, Nijiumu (Live) parece un viaje a la pequeña celda del hospicio psiquiátrico en que Renfield, el siervo del conde Drácula, experimenta con arañas y moscas mientras espera el arribo de su amo. Los sonidos de la percusión, la guitarra, entre otros instrumentos difíciles de identificar se pierden en el espacio oscuro y profundo que ellos mismos van creando. Una propuesta minimalista en la que los sonidos organizan sutiles recorridos y que en el final se expresa a través de un canto suave que se desvanece en los entresijos del silencio. 

Era of Sad Wings surge de un film imaginario, protagonizado por un tal Milkshake, que camina por la tierra de los muertos en busca de un ser amado. “La película no trata sobre  encontrar y resolver algo. La película trata sobre un sentimiento que no cambia y un lugar que nunca termina”, supo explicar Haino alguna vez. Una propuesta musical tierna y delicada que muestra los inagotables recursos de Haino, especialmente en su faceta de vocalista.

Más sobre Keiji Haino en Revista AlOído





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