Keijii Haino, una leyenda del under japonés, emerge con sobretodo, lentes oscuros, barbijo y bastón en las tinieblas de la música japonesa contemporánea. Sus discos son una apuesta
intransigente por un sonido que irremediablemente se aleja de la ecuación
música = caricia auditiva. El aire legendario que lo rodea procede de
la variedad de sus proyectos y alianzas, que por más de cuatro
décadas se lanzan siempre un poco más allá de sí mismos.
La invitación es amable, pero nos pide que estemos dispuestos a ir a los extremos. Acá, algunos engranajes de una maquinaria sin igual que rueda tanto por el noise como por un minimalismo electrogótico.
La invitación es amable, pero nos pide que estemos dispuestos a ir a los extremos. Acá, algunos engranajes de una maquinaria sin igual que rueda tanto por el noise como por un minimalismo electrogótico.
Proyectos Haino
Tenshi No Gijinka (Tzadik, 1995)

Keiji Haino
with Boris - Black: Implication Flooding (Inoxia Records - 1998)

Pan sonic & Keiji Haino. Shall I Download
A Blackhole And Offer It To You.
Un disco capaz de capturar la atención
de los más diversos públicos por su capacidad de interpelar personalmente al escucha.
El sonido de este disco, grabado en estudio poco antes del concierto en Berlín
en 2007, es resultado de la colaboración con el grupo electrónico-experimental
finés Pan sonic, creado por Mika Vainio e Ilpo Väisänen. El tema “In the Hollow Created Between the
Eyebrows” presenta una entrada amable, una voz aguda y dulce se balancea
mientras una estática emerge desde el fondo abriendo un ambiente oscuro que da
paso a otra voz, tormentosa. El sonido muta, articulando una experiencia
inusual, con muerte súbita. “So Many Things I Still Have Yet To Say” presenta
una deriva del sonido electro- industrial, comienza con un sonido orquestal que
deriva en un flujo sonoro que va dejando sentir las diferentes fibras que lo componen.
Fushitsusha


Driftworks, parte de este proyecto, es un
caja-laboratorio con cuatro CD y, si de sonidos de calabozos se trata, Nijiumu (Live) parece un viaje a la pequeña celda del hospicio psiquiátrico en que Renfield, el siervo del conde Drácula, experimenta con arañas y moscas mientras espera el arribo de su amo. Los sonidos de la percusión, la guitarra, entre otros instrumentos difíciles de identificar se pierden en el espacio oscuro y profundo que ellos mismos van creando. Una propuesta minimalista en la
que los sonidos organizan sutiles recorridos y que en el final se expresa a
través de un canto suave que se desvanece en los entresijos del silencio.
Era of Sad Wings surge de un film imaginario,
protagonizado por un tal Milkshake, que camina por la tierra de los muertos en
busca de un ser amado. “La película no trata sobre encontrar y resolver
algo. La película trata sobre un sentimiento que no cambia y un lugar que nunca
termina”, supo explicar Haino alguna vez. Una propuesta musical tierna y
delicada que muestra los inagotables recursos de Haino, especialmente en su
faceta de vocalista.
Más sobre Keiji Haino en Revista AlOído
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